MARCO REMICO DE LA VERDADERA CRUZ Y SAN JOAQUÍN

Este marco relicario suntuoso es una pieza de arte sagrado de gran riqueza, que encierra un valioso reliquia de la Verdadera Cruz de Cristo. Diseñado para realzar la reliquia con elegancia, el marco está finamente trabajado en madera dorada, añadiendo un toque de refinamiento y realzando el brillo del vidrio que protege la reliquia. El fondo del marco presenta un decorado excepcional sobre placa de vidrio, adornado con hojas de oro recortadas en motivos de follaje y ramos, evocando tanto la naturaleza como el simbolismo espiritual.

Este decorado está embellecido con perlas, piedras preciosas, flores y hojas minuciosamente trabajadas en hilo de oro, que confieren una dimensión preciosa y sagrada al conjunto. En el centro del marco, una pintura sobre porcelana que representa a San Joaquín, el padre de la Virgen María, añade un significado religioso profundo. Esta imagen delicada del Santo, realizada con finura y atención al detalle, simboliza la herencia espiritual de la Virgen María y establece una conexión íntima con la figura de Cristo. El marco en su conjunto es una obra de devoción y belleza, integrando elementos de artesanía minuciosa, materiales preciosos y un simbolismo sagrado que invitan a la oración y a la contemplación.

El relicario alberga 8 reliquias identificadas en español en etiquetas manuscritas:

Santa Catalina de Siena Virgen : Santa Catalina de Sienae

Del Sacrosanto Madero de la Cruz : Del Sacrosanto Madero de la Cruz

Santa Cecilia Virgen y Mártir : Santa Cecilia

San Vicente Levita. Mártir. :  San Vicente de Zaragoza

Francisco de Paula Confesor : San Francisco de Paula

San Yoaqian Padre de la Sa. V. : San Joaquín papa de la Santa Virgen.

San Chasiampio Mártir 

San Antonio de Padua : San Antonio de Padua

ÉPOCA 19 siglo
DIMENSIÓN : 32cm X 26cm
TAMAÑO : 15,6" X 10,3"

Los fragmentos de la Verdadera Cruz provienen de la madera de la cruz sobre la cual Jesucristo fue crucificado. Estos artefactos sagrados juegan un papel crucial en el cristianismo, simbolizando la crucifixión y la redención. Según la tradición, santa Elena, la madre del emperador romano Constantino, habría descubierto esta cruz en el siglo IV durante una peregrinación a Tierra Santa.

A lo largo de los siglos, los fragmentos de la Verdadera Cruz han sido diseminados en numerosas iglesias e instituciones a través del mundo cristiano. Reliquarios sofisticados y objetos litúrgicos suntuosos han sido especialmente diseñados para albergar estos trozos sagrados. Los fieles otorgan una gran veneración a estas reliquias, creyendo en su poder espiritual y en su capacidad para operar milagros.