CONJUNTO DE 4 RELICARIOS DEDICADOS A LOS SANTOS MÁRTIRES
CONJUNTO DE 4 RELICARIOS DEDICADOS A LOS SANTOS MÁRTIRES
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ref: #RK00-541Este excepcional conjunto de cuatro relicarios españoles del siglo XVIII es un raro tesoro del arte religioso barroco. Fabricados en latón repujado y plateado, estas piezas son un testimonio de la delicadeza y el refinamiento de la artesanía sagrada de la época. Cada relicario es una verdadera obra de arte, que combina materiales preciosos y complejos motivos decorativos para realzar las reliquias que albergan.
El diseño esculpido destaca hojas de acanto, volutas y palmetas, símbolos clásicos del estilo barroco, ricos en detalles y movimiento. Estos motivos evocan vitalidad y naturaleza, al mismo tiempo que confieren una elegancia atemporal a las piezas. Meticulosamente martillado y cincelado, cada elemento de este diseño subraya la maestría técnica de los artesanos de la época.
Estos relicarios contienen un total de 22 reliquias de santos mártires, que datan de los primeros siglos del cristianismo. Estos fragmentos sagrados encarnan una profunda espiritualidad y simbolizan la fe, el sacrificio y la memoria de los mártires.
ÉPOCA : siglo XVIII
DIMENSIÓN : 28cm X 20cm
TAMAÑO : 11" X 7,9"
San Severo : San Sévère
San Esteban : Sainte Etienne
San Honorata : San Honorato
San Damián : San Damián
San Marino : San Marino
San Tomás : San Tomás
San Restituto : San Restituto de Cartago
San Cornelio : San Cornelio
San Ambrosio : San Ambrosio
San Gerardo : San Gerardo
Sta Sofía : Santa Sofía de Roma
San Albino : San Auban
San Narsicio : Narciso de Gerona
San Frutos : San Frutos
Sta Cristina : Santa Cristina
San Tomás : San Tomás
Sta Regina : Santa Reina
San Luciano : San Lucien
San Valentín : San Valentín
San Sabas : San Sabas
San Calixto : San Calixto
San Nicolás : Nicolás de Myre
Los primeros mártires del cristianismo jugaron un papel crucial en la historia de la Iglesia primitiva, marcada por severas persecuciones por parte del Imperio romano. El martirio de San Esteban, considerado como el primer mártir cristiano, tuvo un impacto profundo en la comunidad cristiana. Apedreado en Jerusalén por haber predicado el Evangelio y cuestionado las prácticas religiosas tradicionales, su muerte no solo simbolizó la resistencia a la intolerancia religiosa, sino que también inspiró una serie de persecuciones contra los cristianos en el siglo I. Después de la muerte de San Esteban, otros cristianos, como San Severino, fueron perseguidos. San Severino, obispo cristiano, fue ejecutado por haber rechazado sacrificar a los dioses romanos, un acto que ponía en peligro el orden público y la dominación del Imperio.
Santa Sofía de Roma, aunque a menudo menos conocida, encarna también esta época de sufrimiento y martirio. Bajo el emperador Adriano, se negó a renegar de su fe cristiana, incluso bajo la tortura, y fue condenada a muerte. Este coraje heroico no se limitó solo a figuras solitarias; fue compartido por muchos creyentes de la época que, a pesar de las crueldades del Imperio, persistían en predicar y practicar su fe. Estos mártires, a imagen de Santa Sofía y San Severino, han fortalecido la comunidad cristiana naciente, convirtiéndose en modelos de fe, coraje y fidelidad a Dios frente a la adversidad. Sus sacrificios han permitido hacer crecer la fe cristiana, y sus recuerdos se han convertido en una fuente de inspiración para las generaciones futuras.
El descubrimiento de los restos de los primeros santos mártires en las catacumbas de Roma fue un momento significativo para la Iglesia cristiana. A lo largo de los siglos, las catacumbas, estas vastas redes subterráneas utilizadas como lugares de sepultura y oración por los primeros cristianos, han revelado valiosas reliquias. Los descubrimientos de estas reliquias han reforzado la veneración de los santos mártires, y los peregrinos acudían cada vez más numerosos para honrar su memoria. Estas reliquias han jugado un papel central en el culto de los santos, convirtiéndose en objetos de devoción y símbolos poderosos de la victoria de la fe cristiana sobre la persecución.