RELICARIO DE SANTA MARÍA MAGDALENA Y 2 SANTOS
RELICARIO DE SANTA MARÍA MAGDALENA Y 2 SANTOS
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Raro relicario en bronce plateado con una fachada de vidrio que contiene las reliquias de Santa Ana, Santa María Magdalena y San Juan de la Cruz. Las reliquias están colocadas sobre un fondo de seda roja y rodeadas por una decoración de hilos de plata. Están identificadas en latín en etiquetas manuscritas como sigue:
"S. Annae M.V."
→ Sanctae Annae Matris Virginis
Traducción: Santa Ana, Madre de la Virgen María
"S. Mariae Magd. Pœnit."
→ Sanctae Mariae Magdalenae Pœnitentis
Traducción: Santa María Magdalena, la penitente
"S. Joann a Cruce"
→ Sanctus Joannes a Cruce
Traducción: San Juan de la Cruz
Santa Ana, madre de la Virgen María, encarna los orígenes de la fe y la transmisión sagrada de la vida. Representa la maternidad bendita y las raíces humanas de la Encarnación. Santa María Magdalena, figura de la conversión y del amor arrepentido, simboliza el regreso a Dios a través de la misericordia. Es la pecadora convertida en discípula, el alma transformada por la gracia. San Juan de la Cruz, por su parte, representa la dimensión mística de la unión con Dios, a través de la noche oscura y la contemplación. Los tres delinean juntos un itinerario espiritual: desde el nacimiento en la fe (Ana), hasta la conversión del corazón (María Magdalena), y finalmente la unión mística (Juan de la Cruz). Este relicario celebra así un camino completo de santificación.
Buen estado de conservación con su vidrio original.
No ha sido abierto.
Sello eclesiástico e hilos de seda presentes.
ÉPOCA: Entre 1816 y 1839
DIMENSIONES: 3 cm x 2,5 cm
TAMAÑO: 1,2" x 1"
Santa Ana es la madre de la Virgen María y la abuela de Jesús. Es venerada como modelo de maternidad y de fe en la tradición cristiana. Su culto se desarrolló desde los primeros siglos, especialmente en Oriente, y luego en Occidente. Representa el origen humano del misterio de la Encarnación, al transmitir la fe a su hija María. Patrona de las madres, los educadores y los abuelos, se la invoca para la protección de las familias.
Santa María Magdalena fue una fiel discípula de Cristo, testigo de su Pasión y de su Resurrección. Tradicionalmente identificada como una pecadora arrepentida, encarna la misericordia divina y la transformación por el amor. Fue la primera en ver al Cristo resucitado y en anunciar la noticia a los apóstoles. Su culto se desarrolló ampliamente en la Edad Media, especialmente en Provenza. Es patrona de los penitentes y de los buscadores de la verdad interior.
San Juan de la Cruz fue un carmelita español del siglo XVI, gran místico y Doctor de la Iglesia. Reformador de la Orden del Carmelo junto con Santa Teresa de Ávila, llevó una vida de ascetismo y contemplación. Sus escritos, como La noche oscura o El cántico espiritual, expresan la unión del alma con Dios a través de la purificación interior. Representa el camino místico, hecho de silencio, desprendimiento y amor puro. Es el patrono de los poetas y de los contemplativos.



