PAR DE CANDELABROS GRIFO

Impactantes y poco comunes: este par de candelabros de bronce dorado del siglo XIX presenta dos grifos alados, criaturas míticas con un fuerte significado esotérico y simbólico.

Fusión del león —rey de la tierra— y del águila —rey del cielo—, el grifo encarna la unión de los opuestos: fuerza terrenal y elevación espiritual, materia y espíritu, instinto y luz. En la tradición esotérica, se le considera un guardián de tesoros ocultos, tanto materiales como espirituales. Protector de santuarios y saberes olvidados, suele asociarse con los iniciados —aquellos que cruzan el umbral de lo visible para acceder a la verdad escondida.

Cada candelabro muestra un grifo musculoso con las alas desplegadas, el pico abierto en un grito congelado, en actitud vigilante y alerta. Su mirada intensa y postura tensa evocan una vigilancia sagrada. Los detalles del plumaje, las garras y los rasgos animales están trabajados con gran delicadeza —un moldeado magistral e inspirado.

Los dos brazos portaluces —uno que surge de la cima de la cabeza, el otro del extremo de la cola en forma de hoja— sostienen boquillas decoradas con mascarones. Estas llamas simbólicas, elevadas por los grifos, se convierten aquí en portadoras de luz interior, iluminación del espíritu, dentro de una estética que trasciende la mera decoración.

Reposando sobre una base circular —símbolo de unidad y eternidad—, este par de candelabros combina belleza formal con fuerza alegórica. Ideal para decorar un gabinete de curiosidades, una biblioteca o un espacio de meditación, seducirá tanto a los amantes del arte como a los buscadores de simbolismo y hermetismo.

ÉPOCA: siglo XIX
DIMENSIONES: 22 cm
TAMAÑO: 8,6"