CRUZ RELICARIO DE SAN PEDRO Y SAN ANDRÉS

Este relicario ovalado de bronce dorado, de gran finura ornamental, está rodeado por un marco dorado decorado con piedras verdes talladas, probablemente vidrio que imita esmeraldas, y rematado con la tiara papal flanqueada por las llaves de San Pedro — símbolos indiscutibles de la autoridad espiritual de la Iglesia romana. El borde está adornado con ramas de laurel estilizadas, símbolos de victoria y santidad. El conjunto, protegido por un cristal, presenta sobre un fondo de terciopelo púrpura dos reliquias sagradas, cada una identificada en francés mediante una etiqueta manuscrita y enmarcada por un adorno dorado en forma de cruz.

Fragmento de la cruz de San Pedro

En la parte superior se encuentra un pequeño fragmento de madera, identificado por la etiqueta "Croix de St Pierre". Según la antigua tradición cristiana, el apóstol Pedro, primer papa, fue crucificado en Roma bajo el emperador Nerón alrededor del año 64. Por humildad, se dice que Pedro pidió ser crucificado cabeza abajo, pues no se consideraba digno de morir del mismo modo que Cristo. La cruz de su martirio se convirtió en un poderoso símbolo de fe y fidelidad a la Iglesia. Supuestos fragmentos de esa cruz fueron cuidadosamente conservados y distribuidos a lo largo de los siglos en relicarios destinados a la veneración de los fieles. El fragmento aquí presentado, aunque de tamaño diminuto, posee un inmenso valor espiritual, tanto por la identidad del apóstol como por su vínculo simbólico con la Roma cristiana primitiva.

Fragmento de la cruz de San Andrés

En la parte inferior se encuentra un segundo fragmento de madera, acompañado de la inscripción "Croix de St André". Andrés, hermano de Pedro y también apóstol, es considerado el evangelizador de muchas regiones, especialmente de Grecia y Asia Menor. Según la tradición, fue crucificado en Patras (actual Grecia) en una cruz en forma de X — ahora conocida como "cruz de San Andrés". Este tipo de cruz se ha convertido en un emblema en diversas culturas cristianas e incluso civiles (como en la bandera de Escocia). La madera contenida en este relicario se presenta como un vestigio de esa cruz de martirio, transmitida y conservada con devoción por los fieles y el clero.

Buen estado de conservación, con su cristal original.

No abierto.

Sellos eclesiásticos e hilos de seda presentes.

ÉPOCA: siglo XIX
DIMENSIONES: 9 cm X 6 cm
TAMAÑO: 3,5" X 2,4"