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cuadrícula confesional 3

cuadrícula confesional 3

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ref: #RK00-372

Auténtica rejilla de confesionario del siglo XIX en metal esmaltado blanco. Con su diseño elegante y acabado esmaltado, esta pieza del norte de Italia evoca el misterio y la intimidad de las confesiones pasadas.

Cada muesca y motivo grabado cuenta una historia silenciosa, revelando los pecados y secretos confiados en el santuario sagrado del confesionario. El esmalte blanco, sobrio y cautivador, contrasta con las tonalidades del alma humana expresadas a través de los susurros apagados de la confesión.

Esta rejilla de confesionario ofrece un conmovedor recuerdo de una época en la que los secretos se revelaban en la sombra del confesionario, creando una atmósfera envolvente impregnada de misterio y contrición. Una pieza de colección única que invita a la contemplación y reflexión sobre la naturaleza humana y sus secretos más profundos.

ÉPOCA : Siglo XIX
DIMENSIÓN : 33cm X 25cm
TAMAÑO : 13" X 9,9"

Los confesionarios tienen sus orígenes en los primeros siglos del cristianismo, donde la confesión era pública y colectiva. En la Edad Media, con el auge de la confesión individual, las iglesias comenzaron a habilitar espacios reservados para la confidencialidad de las confesiones. El uso de confesionarios separados para el sacerdote y el penitente se generalizó a partir del Renacimiento, ofreciendo un lugar de intimidad propicio para la sinceridad. Esta práctica luego se extendió por el mundo católico, convirtiéndose en un componente esencial del sacramento de la reconciliación. Así, los confesionarios se convirtieron en elementos emblemáticos de la vida espiritual dentro de las iglesias.

Los confesionarios, emblemas de la espiritualidad, son alcobas íntimas donde los fieles se confían a Dios a través de sus sacerdotes. Adornados con madera finamente tallada o metal trabajado, estos santuarios ofrecen refugio para el alma atormentada. En su oscuridad suave, los pecados son revelados y los secretos compartidos, en un acto de contrición y redención. Los confesionarios trascienden el tiempo, uniendo el presente con las confesiones de generaciones pasadas. Cada confesionario cuenta una historia silenciosa, un testimonio de fe y arrepentimiento. Estos santuarios de la confesión encarnan la promesa de la absolución y la búsqueda de la paz interior.

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