AGNUS DEI 1867

Raro medallón de cera, llamado Agnus Dei, que presenta dos caras finamente moldeadas. En la primera cara, se reconoce la figura de San Andrés Avelino, identificable por la inscripción latina que lo rodea: S. ANDREAS AVELLINUS C.R., es decir, «San Andrés Avelino, Clérigo Regular». El santo aparece representado de busto, de perfil hacia la izquierda, con aureola sobre la cabeza, vestido con el hábito de los teatinos. Sostiene un báculo en la mano izquierda, símbolo de su autoridad espiritual, mientras que su mano derecha está sobre el pecho, en un gesto de humildad o de oración.

La segunda cara muestra al Agnus Dei, el Cordero Pascual, símbolo de Cristo. El cordero reposa sobre un libro con siete sellos, sosteniendo la cruz triunfante con un estandarte. Esta escena está enmarcada por la fórmula: ECCE AGNUS DEI, ECCE QUI TOLLIT PECCATA MUNDI — «He aquí el Cordero de Dios, he aquí el que quita el pecado del mundo», una cita tomada del Evangelio según San Juan. En la parte inferior de la composición puede leerse una mención al papa Pío IX: PIUS IX PONT. MAX., acompañada del año 1867, correspondiente al año 22 de su pontificado (ANN. XXII). También se distinguen las armas pontificias en la parte inferior del medallón.

Estos medallones eran bendecidos en Roma durante la Semana de Pascua y luego distribuidos a los fieles, a menudo como muestra de gratitud o protección. Según la tradición, la cera utilizada provenía del cirio pascual de las basílicas mayores de Roma, mezclada con santo crisma. El medallón podía llevarse, insertarse en objetos religiosos o conservarse como reliquia doméstica.

Señalar una restauración.

ÉPOCA: 1867
DIMENSIONES: 8,5 cm
TAMAÑO: 3,35"

Los medallones de cera Agnus Dei son objetos de devoción bendecidos solemnemente por el papa. Fabricados con cera blanca, a menudo proveniente de los restos del cirio pascual y mezclada con santo crisma, simbolizan la pureza y la luz de Cristo resucitado. El anverso representa al Cordero de Dios (Agnus Dei) descansando sobre un libro y sosteniendo el estandarte de la Resurrección, rodeado por la inscripción latina «Ecce Agnus Dei, ecce qui tollit peccata mundi» («He aquí el Cordero de Dios, he aquí el que quita el pecado del mundo»). El reverso suele presentar la imagen de un santo, frecuentemente canonizado recientemente en el momento de la fabricación del medallón. Estos medallones eran bendecidos por el papa en ceremonias específicas, especialmente el miércoles de Pascua, y distribuidos a los fieles como sacramentales, objetos destinados a fortalecer la fe y ofrecer protección espiritual. La tradición de su fabricación se remonta al menos al siglo IX, aunque su origen exacto es incierto. La producción de los Agnus Dei cesó en los años 60, pero siguen siendo testigos preciosos de la piedad popular y de la historia litúrgica de la Iglesia católica.