Saint Matthias : L'Apôtre Remplaçant-RELICS

San Matías: El Apóstol Sustituto

San Matías es un personaje importante del Nuevo Testamento, aunque los detalles de su vida son escasos. Su historia es principalmente conocida gracias a los Hechos de los Apóstoles, donde es elegido para ocupar el lugar de Judas Iscariote, el traidor que traicionó a Jesús. Matías es así uno de los doce apóstoles elegidos para difundir el mensaje cristiano después de la resurrección de Cristo.

La Elección de San Matías

El Contexto de la Elección

La historia de la elección de San Matías tiene lugar después de un momento de gran crisis entre los primeros discípulos de Cristo. La traición de Judas Iscariote, uno de los Doce Apóstoles, había conmocionado profundamente al grupo. Judas, después de haber traicionado a Jesús entregándolo a las autoridades religiosas, se suicidó ahorcándose, dejando una vacante entre los apóstoles. Este vacío no era simplemente una cuestión numérica, sino también espiritual, ya que el grupo de los Doce tenía un significado particular. En la tradición judía, los Doce simbolizaban las Doce tribus de Israel, unidas bajo la voluntad divina.

 

relique saint matthias

Reliquia de San Matías en relics.es

 

Después de este evento dramático, los otros apóstoles sienten la necesidad de restaurar este número simbólico de Doce. Según los Hechos de los Apóstoles (Hechos 1, 12-14), se reúnen en el aposento alto en Jerusalén, un lugar de intensa oración. Es en este contexto que los apóstoles toman un momento de recogimiento para buscar la guía divina. No están solos en esta oración: están acompañados de la Virgen María y de otros creyentes, reforzando la idea de que esta elección debe ser un acto comunitario y espiritual.

Los apóstoles oran fervientemente, invocando al Espíritu Santo para que les revele el candidato digno de ocupar el lugar dejado por Judas. Esta intensa oración da testimonio de la solemnidad del momento, pero también del carácter espiritual de la decisión que no debe ser influenciada por consideraciones humanas o políticas. No es una elección hecha por la razón o la lógica, sino por la convicción de que Dios, a través del Espíritu Santo, guiará el proceso.

El Proceso de Selección

El proceso de selección, aunque simple, es profundamente significativo. Los apóstoles no eligen un reemplazo entre ellos por simple elección o decisión humana, sino que recurren a un sorteo, un gesto simbólico que indica que es Dios quien, solo, elige a quien debe unirse al grupo de los Doce. Se proponen dos candidatos para el puesto: Matías y José, apodado Barsabbas o Justo. Ambos hombres fueron testigos directos de la vida y las enseñanzas de Jesús desde el comienzo de su ministerio. Por lo tanto, ambos están calificados para el papel de apóstol, habiendo compartido las mismas experiencias con Jesús, incluida su pasión, su crucifixión y su resurrección.

El sorteo, o más bien la elección por la "suerte" divina, marca un aspecto esencial de la espiritualidad cristiana: la elección de Dios es impredecible y no depende de criterios humanos. Los apóstoles, en su fe, aceptan que esta elección no se haga según consideraciones personales, sino que sea el resultado de una intervención divina. Después de haber orado y buscado la inspiración del Espíritu Santo, proceden a este sorteo.

En este contexto, el sorteo no es un simple juego de azar, sino un acto de sumisión total a la voluntad de Dios. Este gesto también refleja la confianza total de los apóstoles en la guía del Espíritu Santo, que los lleva en la dirección divina que no pueden conocer por sí mismos.

Así, es Matthias quien es elegido por el sorteo, y se le añade a los Doce apóstoles. Este momento marca no solo la introducción de Matthias en el círculo restringido de los apóstoles, sino también el comienzo de su ministerio entre aquellos que continuarán la obra de Cristo.

La elección de Matthias, a través del sorteo, subraya una idea importante del cristianismo primitivo: el papel de los apóstoles no es un privilegio, sino una responsabilidad sagrada confiada por Dios mismo. Este gesto de humildad y sumisión a la voluntad divina se convierte en el fundamento del ministerio apostólico de Matthias, quien, a pesar de su discreción en los Evangelios, tomará su lugar entre los grandes testigos de Cristo.

Así, la elección de San Matías no es solo una cuestión administrativa, sino un acto espiritual que revela la manera en que Dios elige sus instrumentos. El apóstol Matías, al igual que los otros apóstoles, es elegido no por su grandeza personal, sino por el llamado divino, lo que refleja el mensaje cristiano de la humildad y la obediencia a la voluntad de Dios.

El Ministerio de San Matías

La Evangelización y el Ministerio de San Matías

Los Evangelios solo informan poco sobre el ministerio de San Matías después de su elección como apóstol. Este silencio bíblico ha alimentado diversas especulaciones y tradiciones sobre sus acciones después de unirse a los Doce. Sin embargo, aunque hay pocos detalles disponibles, la tradición cristiana y los escritos de los primeros cristianos dan testimonio de su papel crucial en la difusión del Evangelio.

San Matías es a menudo considerado como un apóstol misionero, enviado para proclamar la palabra de Jesucristo en regiones remotas y a veces de difícil acceso. Las primeras tradiciones cristianas sugieren que habría evangelizado en lugares como Judea, Capadocia (región montañosa de Anatolia, en la actual Turquía), y algunos relatos incluso hablan de Etiopía, uno de los más antiguos focos del cristianismo. La diversidad de los lugares mencionados da testimonio de la extensión de su ministerio y de su compromiso para transmitir la Buena Nueva en territorios variados.

La misión apostólica de San Matías se caracterizaba por una gran fidelidad al llamado de Cristo. Se le describe como un apóstol perseverante, lleno de celo por el Evangelio, que no dudaba en recorrer largas distancias y enfrentar numerosos desafíos para establecer comunidades cristianas. Aunque no se proporcionan detalles precisos sobre la naturaleza de sus predicaciones, es probable que actuara como un verdadero testigo de Cristo resucitado, proclamando la palabra de Jesús y bautizando a los que creían. La tradición cristiana lo retrata como un apóstol discreto, pero profundamente involucrado en la edificación de la Iglesia primitiva.

Su misión se sitúa, por lo tanto, en un marco de fundación de la Iglesia, en el momento en que las primeras comunidades cristianas emergían, en un contexto donde la fe en Jesucristo era a menudo mal percibida y perseguida. A pesar de ello, San Matías, junto a los otros apóstoles, contribuyó a establecer las bases de una Iglesia que iba a crecer y expandirse a través del mundo mediterráneo y más allá.

Las Tradiciones del Martirio

La muerte de San Matías está rodeada de misterio, como suele ser el caso de los primeros cristianos y mártires. Según varias tradiciones cristianas, habría muerto como mártir, lo que atestigua la fidelidad extrema que dedicó a su misión. Varias fuentes antiguas mencionan la manera en que habría sido apedreado y luego decapitado por su fe. Esta muerte violenta subraya la determinación de Matías de permanecer fiel al Evangelio, incluso a costa de su vida.

Sin embargo, otras tradiciones divergen un poco sobre la manera exacta de su muerte. Algunas fuentes afirman que habría sido crucificado por su fe, como otros apóstoles. Esta tradición de crucifixión remite a la idea de que habría sufrido un martirio similar al de su Señor, Jesucristo, que fue crucificado por sus enseñanzas. Otros aún indican que Matías habría vivido una larga vida de oración y predicación antes de fallecer de una muerte natural, lo que contrasta con la idea de un martirio sangriento, pero que no disminuye en nada la grandeza de su testimonio y de su compromiso en la propagación de la fe cristiana.

Sea como sea, lo esencial sigue siendo que San Matías es honrado por su fidelidad inquebrantable a su misión de apóstol. Su vida y su muerte son vistas como un modelo de dedicación y amor por Cristo, a quien nunca renegó, incluso en los momentos de persecución. Este testimonio de fe total y sacrificio lo ha convertido en un símbolo de coraje y perseverancia para los cristianos de todos los tiempos.

Así, la figura de San Matías se celebra no solo por su papel en la difusión del Evangelio, sino también por su martirio, que representa la cumbre de su compromiso. Su vida y su ministerio son testimonios vivos de la llamada cristiana a la evangelización, a la obediencia a la voluntad divina y al coraje de llevar la cruz de Cristo, incluso en los momentos más difíciles.

La Celebración de San Matías

La Fiesta de San Matías

La fiesta de San Matías es un momento importante en el calendario litúrgico cristiano. En la Iglesia católica, esta celebración tiene lugar el 14 de mayo, día en que se conmemora la elección de Matías entre los apóstoles. Esta fecha marca un momento clave en la historia de la Iglesia, simbolizando la importancia de la fidelidad al llamado divino y la extensión del Evangelio en el mundo. La fiesta es, por lo tanto, la ocasión para que los cristianos recuerden el papel crucial que Matías desempeñó en la difusión del mensaje de Jesús, al mismo tiempo que reflexionan sobre la naturaleza del llamado de Dios y el compromiso necesario para responder a él.

La elección de Matías, aunque no es un evento directamente relacionado con la vida terrenal de Jesús, ilustra la continuación de la misión apostólica y la importancia de la transmisión del mensaje divino a través de las generaciones. Los cristianos son invitados, en este día, a meditar sobre su propia fidelidad a la misión que Dios les confía, ya sea de naturaleza espiritual, misionera o cotidiana. La fiesta de San Matías también recuerda a los creyentes que cada llamado, ya sea ministerial o laico, debe vivirse en la fe y la perseverancia.

En la Iglesia ortodoxa, la fiesta de San Matías se celebra el 9 de agosto. Aunque la fecha difiere, el mensaje sigue siendo el mismo: honrar a este santo cuyo llamado y fidelidad a Cristo son un modelo para todos los creyentes. En Oriente, esta celebración ocupa un lugar importante, especialmente para las comunidades cristianas de las regiones cercanas a Capadocia, donde la tradición evoca la evangelización de San Matías.

Las oficinas litúrgicas del 14 de mayo (o 9 de agosto) incluyen lecturas bíblicas que subrayan la elección de Matías, así como himnos que destacan su papel entre los apóstoles y su dedicación a la causa cristiana. En algunos países, este día se celebra con procesiones, oraciones especiales y momentos de reflexión comunitaria.

San Matías: Patrón de los Ingenieros y Carniceros

Más allá de su misión apostólica y de su martirio, San Matías también es reconocido como el santo patrón de varios oficios, especialmente de los ingenieros y los carniceros. Estas atribuciones de patronazgo son representativas de la idea de que el santo encarna valores humanos esenciales, como la perseverancia, la fuerza y la fidelidad, cualidades particularmente importantes en estas profesiones.

Como patrón de los ingenieros, San Matías es invocado por aquellos que trabajan en la construcción, el diseño y la arquitectura. Su papel como apóstol, a menudo considerado como un constructor espiritual de la Iglesia, lo convierte en un modelo para quienes trabajan en la construcción material, pero también en la de los espíritus y las almas. Los ingenieros, en su trabajo de planificación, construcción y creación, pueden ver en San Matías un modelo de visión a largo plazo y de perseverancia ante los desafíos.

Como patrón de los carniceros, otro oficio aparentemente alejado de su vocación apostólica, San Matías es percibido como un modelo de fuerza física y capacidad para soportar tareas difíciles y a veces ingratas. El papel del carnicero, que requiere una gran resistencia física y un sentido del trabajo práctico, está simbolizado por la fuerza y la determinación de San Matías, quien supo responder al llamado divino con una fe inquebrantable.

La devoción a San Matías en estos oficios testimonia el impacto que ha tenido en la vida cotidiana de los creyentes a lo largo de los siglos. No se le ve únicamente como un apóstol de la palabra, sino también como un intercesor para aquellos que se dedican a trabajos de fuerza, perseverancia y responsabilidad. En este sentido, su fiesta no es solo una ocasión para celebrar la historia espiritual de la Iglesia, sino también para reconocer la dignidad del trabajo diario y la importancia del compromiso en todos los aspectos de la vida.

Así, la fiesta de San Matías va más allá de la conmemoración de su elección entre los apóstoles; es un momento para que los cristianos reflexionen sobre cómo cada vocación, ya sea religiosa o laica, puede vivirse en fidelidad al llamado divino. San Matías, a través de su ejemplo de fe y dedicación, continúa inspirando y guiando a los creyentes en todos los ámbitos de la vida.

Conclusión : Un Apóstol de lo Desconocido

San Matías es un ejemplo de dedicación y fe, aunque su historia no esté tan detallada como la de otros apóstoles. Su elección por sorteo recuerda que Dios a menudo elige a aquellos que son discretos y humildes, pero plenamente fieles a su misión. Como apóstol y mártir, San Matías encarna el coraje cristiano y la perseverancia en la fe, sin importar el camino que Dios le haya trazado.

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