Le processus de canonisation des saints-RELICS

El proceso de canonización de los santos

El proceso de canonización de los santos es un tema fascinante que ha captado la atención de muchos historiadores, teólogos y fieles a lo largo de los siglos. Es un proceso largo y complejo que permite que una persona se convierta en un santo oficialmente reconocido por la Iglesia Católica Romana. Este proceso a menudo comienza con una investigación cuidadosa de la vida y las virtudes de la persona propuesta para canonización, seguida de un examen completo de sus escritos, acciones y reputación después de su muerte. Los milagros atribuidos a esta persona son también parte esencial del proceso de canonización. Los santos juegan un papel importante en la vida de los creyentes católicos, quienes los ven como modelos a seguir de virtud e inspiración para sus propias vidas espirituales. Este artículo explorará el proceso de canonización de los santos, sus orígenes históricos, su evolución en el tiempo y los criterios y pasos necesarios para que una persona sea reconocida como santa.

 

Paso 1: Ldebido a la canonización

La causa de canonización es el primer paso en el proceso de canonización de una persona para que sea reconocida como santa. Esta etapa suele ser iniciada por los fieles, comunidades religiosas, obispos o cardenales.

La causa de canonización suele comenzar con una cuidadosa investigación de la vida de la persona propuesta para canonización. Esta investigación la lleva a cabo un postulador, un sacerdote o un religioso designado para coordinar y presentar la causa de canonización ante las autoridades de la Iglesia.

La investigación incluye una búsqueda minuciosa de los escritos, enseñanzas, acciones y reputación de la persona propuesta para canonización. El postulador también es responsable de recoger testimonios de personas que conocieron a la persona propuesta para la canonización, así como documentos que atestigüen su vida y acciones.

Una vez que el postulador ha reunido pruebas y testimonios suficientes, presenta un expediente completo al obispo de la diócesis donde falleció la persona propuesta para canonización. Luego, el obispo revisa el caso y, si cree que hay pruebas suficientes para justificar la búsqueda de la causa de canonización, puede dar su aprobación para que la causa se presente a Roma.

La presentación de la causa de canonización en Roma marca el final de la primera etapa del proceso de canonización. A partir de ahí, el caso es investigado más a fondo por las autoridades de la Iglesia y, si se aprueba, pasa a la siguiente etapa, que es la Investigación Diocesana.

 

Paso 2: beatificación

La beatificación es el segundo paso en el proceso de canonización de una persona para ser reconocida como santa. Este paso sigue a la consulta diocesana y también se conoce como "beatificación local".

La investigación diocesana está a cargo de una comisión nombrada por el obispo de la diócesis donde falleció la persona propuesta para canonización. Esta comisión examina todas las pruebas y testimonios recogidos durante la primera etapa del proceso de canonización y presenta sus conclusiones al obispo. Si el obispo cree que hay pruebas suficientes para justificar la beatificación, puede enviar el expediente completo a Roma para su estudio.

En Roma, el expediente es examinado por una comisión de teólogos y cardenales designados por el Papa. Si esta comisión considera que la persona propuesta para canonización ha vivido una vida virtuosa y ejemplar y que se han atribuido milagros a su intercesión, puede recomendar al Papa que proceda a la beatificación.

La beatificación es una declaración oficial de la Iglesia Católica Romana de que la persona propuesta para canonización es "bendita" y puede ser venerada localmente. Generalmente se celebra durante una misa solemne presidida por un cardenal o un obispo. El Papa también puede declarar una fiesta en honor del nuevo Beato.

La beatificación aún no permite el culto público de la persona propuesta para la canonización, pero abre el camino a la tercera y última etapa del proceso de canonización, que es la canonización misma.

 

Paso 3: canonización

La canonización es el paso final en el proceso de canonización de una persona para ser reconocida como santa. Este paso sigue a la beatificación y también se conoce como "canonización universal".

Para que una persona sea canonizada, debe haber sido beatificada previamente. Además, la canonización requiere prueba de la existencia de al menos dos milagros atribuidos a la intercesión de la persona propuesta para canonización. Estos milagros deben ser confirmados por la Iglesia Católica Romana como genuinos, duraderos e inexplicables por medios científicos.

Además de los milagros, existen otros criterios que la Iglesia Católica Romana considera antes de canonizar a una persona. Estos criterios incluyen:

  1. El ejercicio heroico de las virtudes cristianas, como la fe, la esperanza y la caridad.

  2. Una vida de intensa oración y unión con Dios, reflejada en la humildad, la sencillez y la obediencia a la voluntad de Dios.

  3. Una vida de servicio a los demás, especialmente a los pobres, enfermos y necesitados.

  4. La influencia duradera de la persona propuesta para canonización en la Iglesia y en el mundo, así como su impacto en la espiritualidad y la vida de los creyentes.

La canonización es proclamada por el Papa durante una ceremonia solemne, que incluye la lectura de la biografía del nuevo santo, la proclamación oficial de la canonización y la entrega de la reliquia del santo. La canonización confirma que la persona nominada para la canonización es un modelo de santidad para todos los cristianos y puede ser venerada públicamente en la Iglesia Católica Romana.

 

Las diferentes etapas del proceso de canonización

 

La fase diocesana

 

La fase diocesana es el primer paso en el proceso de canonización en la Iglesia Católica Romana. Lo inicia el obispo de la diócesis en la que vivió y murió el candidato a canonización. Estos son los pasos clave en esta fase:

  1. Apertura de la causa: El obispo abre la causa de canonización nombrando un postulador que se encargará de recoger información sobre la vida del candidato, así como sobre testimonios de milagros o favores obtenidos por su intercesión.

  2. Información: El postulador recoge información sobre la vida, virtudes y obras del candidato. Estos pueden ser testimonios de personas que conocieron al candidato durante su vida, documentos históricos, cartas, sermones, escritos, etc.

  3. Instrucción: La información es examinada por un tribunal diocesano que verifica su autenticidad y confiabilidad. Se entrevista a testigos y se consulta a expertos para evaluar cualquier milagro atribuido al candidato.

  4. Conclusión: Al final de la investigación, el tribunal diocesano redacta una conclusión que se transmite al obispo diocesano. Si se determina que el candidato ha vivido en virtud heroica, entonces el obispo puede solicitar el permiso de Roma para continuar con la causa de la canonización.

  5. Transferencia de archivo: Si se otorga permiso, el archivo se transfiere a la Congregación para las Causas de los Santos, Roma, para la fase romana del proceso de canonización.

Es importante señalar que la fase diocesana puede durar varios años, incluso décadas. Si la causa de canonización se persigue en Roma, la fase diocesana puede revisarse en cualquier momento para verificar la exactitud de la información o para agregar nuevas pruebas.

 

La fase romana

 

La fase romana del proceso de canonización es la segunda y última etapa del proceso de canonización en la Iglesia Católica Romana. Comienza con el traslado del expediente a la Congregación para las Causas de los Santos en Roma. Estos son los pasos clave en esta fase:

  1. Estudio de la causa: La Congregación para las Causas de los Santos examina la causa de canonización y evalúa todos los documentos recogidos durante la fase diocesana. Este paso identifica cualquier error o vacío en la documentación.

  2. Consulta de expertos: Se consulta a expertos para evaluar las virtudes y obras del candidato así como los milagros que se le atribuyen. Estos expertos pueden ser teólogos, historiadores, médicos o especialistas en espiritualidad.

  3. Votación de los teólogos: Los teólogos miembros de la Congregación para las Causas de los Santos examinan la causa y votan si el candidato puede ser declarado santo o no.

  4. Voto de los cardenales: Si los teólogos dan una respuesta afirmativa, la causa se transmite a los cardenales miembros de la Congregación para las causas de los santos que examinan la causa y también votan.

  5. Evaluación del Papa: Si los cardenales dan una respuesta positiva, el archivo se envía al Papa para una evaluación final. Si el Papa aprueba la causa, entonces puede decidir proceder con la canonización.

  6. Canonización: El Papa declara oficialmente santo al candidato en una ceremonia de canonización. Esto implica que el candidato puede ser venerado públicamente y que puede invocarse su intercesión.

 

Importancia de la canonización en la fe católica

 

La importancia de la canonización en la fe católica radica en que permite a los creyentes conectarse con ejemplos de virtud y santidad en la historia de la Iglesia. Los santos son vistos como modelos de vida cristiana y de devoción a Dios, y sus vidas y ejemplos pueden inspirar a los creyentes a vivir sus propias vidas de manera más santa y cercana a Dios.

Además, la canonización es una forma en que la Iglesia reconoce la contribución y la influencia de personas que han sido significativas en la historia de la Iglesia y en la propagación de la fe católica. Los santos son venerados no solo por su piedad personal, sino también por su papel en la historia de la Iglesia y su contribución a la expansión de la fe católica.

Además, la canonización también es importante para los creyentes porque permite reconocer la existencia y la acción de Dios en el mundo. Los milagros atribuidos a los santos son vistos como signos de la intercesión divina y del poder de Dios en la vida de los creyentes. Por lo tanto, la canonización puede fortalecer la fe de los creyentes y alentarlos a buscar la intercesión de los santos en sus propias vidas de oración.

Finalmente, la canonización es importante porque establece el culto público a los santos, que es una forma de veneración pública reconocida y aprobada por la Iglesia. La adoración pública de los santos permite que los creyentes se reúnan para celebrar la vida y la herencia de los santos y buscar su intercesión en sus propias vidas de oración.

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